Resumen:
El estudio tuvo como objetivo general analizar de qué manera el almacén temporal en caso de emergencia contribuye en la gestión de riesgo de desastres en la Base Aérea del Callao para el año 2024. Metodológicamente, la investigación se desarrolló bajo un enfoque cualitativo, con alcance descriptivo y diseño fenomenológico hermenéutico, lo que permitió comprender en profundidad las experiencias y perspectivas de los participantes desde su contexto natural. La muestra estuvo compuesta por almacenes temporales en caso de emergencia para el soporte a la Gestión de Riesgo de Desastres en la Base Aérea del Callao, mediante técnicas seleccionadas de muestras específicas que garantizaron su representatividad. Para la recolección de datos se empleó la entrevista como técnica principal, implementada a través de guías de entrevista semiestructuradas que permitieron abordar temas específicos de interés mientras se otorgaba flexibilidad para explorar aspectos emergentes relevantes.
Los resultados generales revelaron que el almacén temporal constituye un componente estratégico fundamental dentro del sistema logístico de respuesta a emergencias, cuya eficacia depende de la integración sinérgica de seis elementos clave: características físicas (accesibilidad, propiedades antisísmicas, elevación del terreno, microzonificación y multimodalidad), flexibilidad (implementación de módulos, capacidad de reconfiguración, zonificación, adaptabilidad y capacidad de expansión), movilidad (despliegue, geolocalización, acceso y contingencia), funcionalidad (trazabilidad, inventario, digitalización, flujo y coordinación), seguridad (sistema biométrico, vigilancia, planes de contingencia, perímetro y redundancia) y personal capacitado. Se concluyó que estos almacenes temporales no solo funcionan como repositorios de suministros, sino como nodos articuladores que facilitan la respuesta oportuna, organizan el flujo logístico, estabilizan situaciones caóticas, promueven la coordinación interinstitucional y fomentan la cultura preventiva, trascendiendo así su función instrumental para constituirse en elementos centrales de un ecosistema integral de gestión de riesgos, aunque persisten brechas significativas en aspectos como la integración tecnológica, la estandarización de procesos y la coordinación interinstitucional que requieren atención prioritaria.
